En venta

Ante el recurso fácil que utilizan casi todos los blogs de «copiar» o utilizar lo que otros medios sacan para así, comentar las noticias más importantes del día, lo cual me parece en ocasiones una falta de imaginación y un recurso sencillo, me niego hoy a hablar de los más de 4.000 despedidos de RTVE.

En fin, navegando por la infinita red he encontrado un personaje, de los que se suelen llamar hoy en día fikis, que en un retorcido intento de autosugestión y, considerándose en poder de algo bastante valioso, ha decido poner en venta su virginidad. El precio fijado se estableció, como suele ser habitual en este tipo de páginas, en 1,25$ aunque en pocos días, nadie lo diría viendo la foto, ha llegado hasta 1.000.001$.

¿Hasta que punto se puede llegar para vender algo como la virginidad? Quizás sea por educación pero desde pequeño siempre me pareció, o se comentaba en mi entorno, que «eso» era algo muy preciado que debía entregarsele a la persona adecuada y en el momento adecuado. La virginidad no es algo con lo que traficar, e incluso me sorprende que alguien quiera pagar por ella o recibir dinero por desprenderse de tal condición. Hoy en día todavía preocupa ser vírgen, producto de una sociedad en la que más preocupa el físico, los adolescentes se encuentran con la necesidad social de dejar de ser impolutos por que eso es cosa de «raros», «maricones» o «nenazas». Ante tal presión social uno acaba siempre haciéndolo con la primera persona que pasa sin pensar que lo más bonito es «dárselo» a la persona adecuada.

Sin embargo, digo que no me sorprende que este muchacho venda su virginidad. Hoy en día, desde que apareció internet en nuestras vidas, se puede vender de todo, la libertad que ofrece internet permite que fachas, racistas, pederastas, frikis y demás animales virtuales, y lamentablemente también reales, puedan convivir en el mismo espacio. Por eso, y con todo el estupor que pueda resultar, encontramos hasta lugares donde puedes vender tu alma, tu frente para un anuncio y, ya que estamos, si nos ponemos a investigar, seguro que hasta la propia madre.

Y, me pregunto, ¿de qué sirve tanta supuesta libertad?, ¿conseguimos usar la red para crear un mundo mejor? Lo dudo, y no digo que no haya quien lo intente. Por eso es tan fácil vender cualquier cosa al mejor postor que utilizar internet como medio de libertad de expresión, por que con lo segundo lo más probable es que te cierren el blog por ser contrario a las ideas de un régimen que afirma estar abriéndose a Occidente cuando todo el mundo sabe que de dictadores saben hasta latín, hablando en chino (menos mal que recapacitan) y pronto.

Así que, ante la ferviente duda de si vender mi alma o mi virginidad, y como una me ofrece pocas garantías y para la otra llegamos bastante tarde, intentaré vender mi talento a base de palabras, aunque, bueno, aquí soy libre de decir que tengo talento, ¿no?.

PD: Y no quería hablar de RTVE, pero si Caffarel opina que despidiendo a 4.000 personas, por los bajos niveles de audiencia entre otras cosas, va a acabar con la telebasura, no sabe que muchos de ellos acabarán en las privadas haciéndo precisamente eso, más telebasura. Y parecía que todo se solucionaba con contratar de nuevo a José Luis Moreno, que menudo tirón.