Image by aforgrave via Flickr
Cuando el primer Macintosh fue presentado en un anuncio de la Super Bowl, dirigido por Ridley Scott, yo me las veía y me las deseaba con un Spectrum que mi tío nos regaló. Todavía recuerdo aquellos juegos en cintas de cassette que tardaba una eternidad en cargar.
Muy poco se imaginaban por aquel entonces lo que en 30 años estaba por venir. Recuerdo aquel logotipo de la manzana de todos los colores, los ordenadores con aquellos diseños precursores que resultaban carísimos mientras nos conformábamos con los PC´s . Recuerdo estar los primeros años de trabajo en la redacción del periódico con aquellos Mac, la incompatibilidad de archivos con mi PC y y la desesperación con el ratón que funcionaba de manera diferente y no acababa de acostumbrarme, ni a eso ni a las pestañas de cierre y minimizar. No sabía por aquel entonces los que significaría años después la manzana, algo tan apetitoso que daban ganas de darle un mordisco. Hoy no se cómo sobreviví tantos años sin mi iPhone. Durante muchos años renegué de Apple, me parecía algo al alcance de unos pocos, siempre poniendo la excusa de que se pagaba el diseño. Reconozco que me equivoqué el día que tuve al alcance una de esas maravillas. Recuerdo también como Forrest Gump decía haber comprado acciones de la compañía porque le gustaba la manzana, sin saber que es la compañía más rentable. Hoy ha muerto un visionario, como rezaba Barack Obama, ha muerto un inventor, el Leonardo Da Vinci de nuestra era. Hoy he leído tantas cosas de Steve Jobs que se podrían escribir cien mil libros. Me quedo con su frase: «Si vives cada día de tu vida como si fuera el último, algún día realmente tendrás razón». Descanse en paz.
Actualizando 